Sebastian no se fiaba de Gomu, estuvo controlando sus pasos día a día, claro que, como no, esta se dió cuenta.
Esto sucedió el lunes en la sala de música Los amos estaban comiendo y los mayordomos se tomaron un descanso. Gomu se sentó para tocar el piano.
Cerró los ojos, y sonó una melodía, entonces apareció Sebastian.
-Veo que has aprendido de los humanos cosas
-No, de demonios
-Si...-Sebasitan se echó sobre ella-Cual es tu raza?
-Y qué harás si no te lo digo? porque no ganarás ningún merito violandome
El mayordomo se separó de ella
-Hmmm... Eres más lista de lo que imaginaba... probemos con esto...-Entonces le tiró agua bendita, lo cual no hizo efecto alguno-Shinigami-Dijo finalmente
- Demonio-Respondió ella
-Cómo lo sabes?
-Tratabas de no tocar el agua bendita, además los Pantomhive son cristianos y no hay cruz alguna en la casa. Finalmente, tú nunca acompañas a tu amo a la iglesia
-Cierto, toda cuerda tiene sus limites
-Salvo la mia- La criada se quitó la ropa sin dudar, entonces el mayordomo apoyó la mano sobre la cadera de esta
-Un contrato enorme... mejor vistete, aunque sea casi imposible que un demonio y un shinigami tengan pudor al verse el uno al otro desnudos he de recordarte que eres humana
-Cierto...-Dijo esta mientras se vestía- Hay siempre un caso excepcional...
-Como el tuyo-Dijo finalmente Sebastian, y se fué
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