Cuando Ricardo despertó, descubrió que aún era de día, y eso le extraño al principio, hasta recordar en que mundo se encontraba. Después miró a su alderredor y pudo comprobar que el el viejo Gorjka estaba cocinando algo.
- Anda, acércate y come.- Le tendió algo que parecía carne quemada, estaba pinchada en un palo y ese palo lo sostenía Mionne.- ¡Cógelo! Esta carne es incapaz de quemar.
Ricardo extendió su mano y al cogerla comprobó que no quemaba, la mordió y comprobó que sabía fatal.
- ¡¡No se te ocurra escupir la!! Cuesta trabajo encontrarla...
- ¿Y como es que no me quema si la acabas de poner al fuego?
- Estos animales son incapaces de sentir nada, ni siquiera miedo. Por eso son fríos como las piedras y aún que los queme siguen siendo fríos... pero saben mejor quemados que crudos ¡Ahora traga!
Mas tarde Mauricio despertó y tuvieron la misma charla sombre los animales hasta que en viejo les dijo:
- Creo que sé como podemos salir...
- ¿¿Cómo??-Preguntaron los chicos inquietos.
- Primero tenéis que recuperaros, después haremos lo siguiente...- Y comenzó a enseñarles y explicarles el plan con señas y todo tipo de gestos y cuando se memorizaron el plan habían pasado tal vez unas tres horas, pero nunca se sabe, como el tiempo en ese lugar no significaba nada. Después comieron, mas tarde descansaron y solo se levantaron para volver a comer y así repetidas veces hasta que consiguieron recuperar fuerzas y estaban listos para empezar el plan. Se alejaron de la cabaña y llegaron cerda de la puerta, solo les quedaba esperar que ocurriese el milagro y saliesen de nuevo a sus hogares, solo faltaba eso.
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