miércoles, 10 de abril de 2013

Black Butler Tokio cap. 1- Esta ama de llaves tiene una fuerza muy particular

Se levantó de su sueño
Otra vez la señorita había soñado ese día, el día en el que contrató a Gomu Kinnitoru
Se miró al espejo, era alta y rubia, pelo algo oscurecido y llevaba puesto un extraño tatuaje por todo el cuerpo. A pesar de tener 15 años, era Marquesa y además dueña de una empresa japonesa de ramos de novia. Su nombre era Mery, Mery Torin, una mala transformación de su nombre, Marinna Toshikure
Sus padres desaparecieron tras embarcarse en un crucero, y para no sentirse sola, un año después contrató a Gomu.
Llaman a la puerta
-Adelante!
-Madamme-oyó la joven- Traigo su merienda
-Pizza otra vez, me equivoco a caso?
-Si, ud. se erra, le doy de comer otra cosa: Un batido y una pera
-... Voy a contratar a otro cocinero... esto no es lo suyo... Demuestreme su talento
-Hai, hebishime-sama
Entonces, cual Sebasitan, la chica desapareció. Minutos después volvió con la lista.
Para aclarar, Gomu no era mayor que su ama, tenía un año menos. A la gente le parecía increíble  pero, claro, se trataba de El Contrato, no uno habitual, sino uno hecho para contratar a seres como demonios, dioses, extraterrestres o Shinigamis. A cambio, solo tendrían que renunciar a despedir a su mayordomo.
Cuanto más grande era el contrato más fuerte era el peón que controlabas, de hecho, ese tatuaje de la muchacha era el contrato, pero volvamos al relato.
Pocos segundos después apareció la pequeña trabajadora.
-My Lady, aquí está la lista...
-Está bien-Dijo la otra secamente- Despide a Nana-Y no dijo nada más
-Hai, hebishime-sama
Se repitió el proceso anterior: Desapareció, y, antes del minuto, reapareció.
-Gracias...-La joven ama comenzó a comer, entonces llamaron a la puerta.
-Voy yo hebishime-sama...
La joven bajó las escaleras con la mayor seriedad. Abrió la puerta y fingió una sonrisa.
-Casa de Lady Torin, qué desea?
-Vengo a hacer negocios
La ama de llaves palideció, los negocios podrían durar horas en un país como Japón, y encima no tenían cocinero.
-Claro, entre-respondió ella a pesar de todo
El hombre pasó, sus verdaderas intenciones eran aprovecharse de la edad de la dueña de la empresa, nada más.
Gomu guió al visitante al salón
-My lady, hay visita...
-No sabía que venía
-No importa... voy a decirle a nuestro cocinero que prepare la comida
Entonces, se fué de la sala y, en segundos, tenía en las manos comida preparada en el restaurante de la esquina, había mentido a la perfección.
Ambos estuvieron hablando de negocios. El hombre empezaba a hartarse y fué al grano
-Señorita Mary...
-Mery, por favor
-Mery Torin, lo siento... -Se disculpó el hombre- Señorita, aplicando un incremento a las cuentas hemos visto que dandome su empresa podría... blablabla dinero blablabla trato de estafarle... qué le parece?
La niña sonrió
-Lo lamento, no puedo hacer eso.
En ese instante, Gomu sintió que acechaba el peligro para su señora, entonces corrió a la sala en donde se hallaban. Cuando llegó, el hombre portaba un abrecartas, estaba dispuesto a atacar a la marquesita.
Entonces, la shinigami le puso la mano en el cuello al hombre de negocios y se lo rompió. En segundos murió
-No debe de confiar tanto en mi, señora... si un día tardo...
-Sé que llegará, sinó haría una llave de judo... por cierto, lavese, me da asco que me toque con sangre
-Hai, hebishime-sama

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