Soul Eater ¡Go go! 69

- Doctor Stein...
- Hola Mery ¿Qué pasa?
- Verá, ha surgido algo y tendré que marcharme ahora mismo a mi casa...
- Pero... Aún no puedes salir, se supone que no puedo darte el alta... Bueno, sal. Tengo ganas de ver si sobrevives...
- . . .
- Hahaha, era solo una broma. Puedes marcharte, pero solo durante poco tiempo.
- Va-vale, muchas gracias.
Mery vuelve a la habitación de la enfermería. Coge sus pocas pertenencias sin que Gomu se despierte, total, era sábado. <<Adiós Gomu...>> Dice sin articular palabra <<Tal vez, sea la última vez que nos veamos..>>
Sale corriendo (Eso de correr solo le duró unos segundos, después se calló al suelo XD y mas tarde siguió andando...) Llegó por fin a la terraza, pero...
- ¿Kid?
- ¿Mery? ¡Hola!
- ¿Qué haces aquí a las ocho de la mañana?
- EXACTAMENTE, admiro el simétrico amaneces a las OCHO en punto... ve~~ preciosa... digo precioso.
- . . . Bueno, me-me tengo que marchar.
- ¿Adonde vas? ¿Ya te dieron el alta?
- Si, mas o menos...- <<No, no puedo seguir aquí con él>> y se apresuró a añadir- Bueno, hasta luego.
- Un momento...- Pero ya se había alejado.- Que raro... pero también es raro que no haya una hora que sea "Las 8:88" ¿POR QUE NO HAY UNA HORA ASÍ? QUE ASCO DE MUNDOO...
Y siguió con sus lamentaciones y a compadecerse de si mismo por sus tres rallas.
Poooooooooooooooooooor otro lado. Mery se dirigía a la florería-casa de su tío.
- Hola Mery.- La saludó Julius.- ¿Qué haces de vuelta tan pronto?
- ¡¡Tío!!- Esta corrió a abrazarle.- Vienen...
- ¿Quiénes?
- Mis padres... vienen hoy ara llevarme a San Francisco...
- ¿Y tu? ¿Te quieres ir?
- No...
- Tranquila, seguro que sale todo bien. Ahora mejor que vallas a tu habitación y descanses, que estás muy pálida.
- Vale...- Mery se marcha, dejándolo solo en la planta baja con sus pensamientos y el ligero remordimiento de haberle mentido...
Al llegar a su cuarto, se tumbó en la cama y sacó del bolsillo las dos cartas.
- Ana... Tiene razón, me he olvidado de ella demasiado pronto... Antes ni siquiera podía dormir...- Arrugó la carta contra su pecho. Todo había sido muy rápido... Acostumbrada a la horrible y cotidiana vida de una dama, donde lo único que hacía era aprender a comportarse, tocar instrumentos, asistir aburridas fiestas, oír siempre los mismo cotilleos, pensar si su vestido estába a la altura correcta y si el apretado corsé se veía bien, o aguantar a los pretendientes que solo buscaban la fortuna de aquella familia; a tener que luchar contra demonios para conseguir sus almas, fiestas, las extrañas personalidades de sus amigos, y todas las veces que el corazón le daba un vuelto y se ponía un poco colorada sin saber bien que decir; y ahora que todo marchaba bien, se volvería a ir, ¿Qué pasaría con Gomu, con Black Star, con sus estudios, su tío, con Tsubaky, con Ricardo y su hermano...? ¿Y con Kid...? ¿De verdad había muerto aquel chico de los pelos cortados?
Su cabeza le daba muchas y muchas vueltas, pero por mas que pensaba en todo a lo único que llegaba era la idea de no marcharse <<¡No me alejaré mas de las cosas y las personas a las que quiero! Aún que eso suponga enfrentarme a mis padres>> Y con eso se quedó dormida.