aLedH. (No recomendado para menores de 15 o 13)

2º Veneno:
- ¿Seguro que estás bien?- Dijo mi tía.
- ¡Si!
- Espero que te vaya bien en la escuela.- Dijo mi tío.
- Hasta luego.- Entré en la clase.
- Este es el chico nuevo.- Dijo  la maestra.- Así que darle una buen bienvenida...
- ¡Bienvenidoooooooooo!- Responden los niños de la clase a coro. ¡Menudos idiotas!
- ¡Encantado!
-  Ese es tu asiento. Espero que te encuentres bien en tu nueva clase.
- ¡Gracias señorita! Seguro que me encanta este colegio.- Respondo.
- ¡Que bien! De seguro haces amigos muy rápido.
- ¡Eso espero señorita!- Me siento y empezamos la clase de dibujo. En las clases no me aburro nada, en mi mente siempre hay algo interesante en lo que pensar...muchas... ¿Cómo haré para asesinar a mi profesora de dibujo?...
- ¿Qué tal tu primer día en la clase?
- ¡Genial tía!
- ¡Me alegro mucho! la profesora nos ha contado maravillas. Venga campeón, sube al coche.- Me subo y miro por la ventanilla. Veo a dos chicos pelándose. Odio las peleas. Mis padres siempre peleaban, hasta que se divorciaron. Y aún así no paraban de pelear. Por eso los mate. Y por eso ahora vivo con mis tíos. Muy dulces, por bien de ellos. Nadie sabrá nunca como murieron mis verdaderos padres, de todas formas fue simple veneno. Desde que mataron a mi abuelo no puedo parar de hacerlo yo. Pero solo puedo matar cada dos meses, y para que no me atrapen es muy difícil. Ademas, con mis tíos siempre me mudan y eso es una desventaja.
Creo que en su almuerzo de la profesora siempre hay algún niñato que le da una manzana. Si consigo que nadie me vea le meto el veneno Botulinum. Estoy tan seguro que lo consigo como al igual que para dentro de seis meses habrá muerto al menos un compañero mío de clase.
- ¿Qué tanto miras por la ventana?
- Nada tiíta. Solo los árboles...
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Así llego el día en logró meterle Botulinum y la maestra murió. Nadie sospecho de Diego.
Pero también vino el día en que su tía le dijo:
- Tenemos que salir por unos segundos. Te quedarás tan solo un ratito en casa ¿vale?
- ¡Si tiíta!
- Eres un buen chico.- Decía mientras le revolcaba el pelo. Se fueron y empezó a sacar los ingredientes para hacer el único veneno que sabía. Cuando de repente alguien le toca la espalda. Al principio empezó a formular una mentira para que no le pillasen. Pero al girarse descubrió un esqueleto. Estaba tan asustado que no pudo ni gritar.
- Tranquilo. No vengo a hacerte daño, por el momento. Solo te necesito para matar a unas cuantas personas, parecidas a ti. Pongamos esto mas simple: Es un juego de supervivencia, hay en total 5 personas, pierdes si te eliminan, pero si tu eliminas a todos ganas.- Diego empezaba a estar mas tranquilo...- Bien. Te preguntarás en que ganas. Pues te vuelves Shinigami. pero el problema es que no puedes saber nada sombre ellos, solo te diré que se encuentran en esta ciudad. ¡Todo lo demás está en tus manos!- Diego seguía quieto cuando se fue. Solo se levantó cuando escuchó llegar a sus tíos y empezó a esconder todo de nuevo.
- ¡Ya hemos llegado!
- ¡Hola tía, hola tío!
- ¿Cómo te encuentras campeón?- Le preguntó su tío.
- De maravilla.
- Eso es una buena noticia. ¡Venga, empezare a hacer la cena!- Comieron y por último se fueron a dormir.
- HAHAHAHAHAHAHA.- Empezó a reír de repente cuando se encontraba ya en su cama.- ¡¡Esto es lo mejor que me ha pasado!! ¡¡Pienso ser un Shinigami a costa de todo!!