jueves, 23 de agosto de 2012

Soul Eater cap.5

- ¿¿La Amam??- Preguntó.
- Si, por lo que veo tus padres quieren que vallas a ella. ¿Te gustaría? van los hijos del Shinigami.
- Supongo que no tengo mas remedio...
- De acuerdo, irás mañana por la mañana. Venga, anima esa cara, que hoy hay de cenar lo que te gusta mas.
- De acuerdo.- Dijo sonriendo. Aún que esa sonrisa no fuese del todo verdadera. Y muy pocas veces podía sonreír de verdad. Donde mas lo había hecho eran su antiguo hogar, pero esa no es la historia  del pasado que quería contaros. Es esta: Mery, aún que poco lo parezca, fue entrenada para entrar en la Amam desde pequeña. Pero al quedar tan lejos no pudo hacerlo, mas sus padres decidieron seguirla entrenando, decían que "Así no te aburrirás"  Pero la meta de sus padres, la verdadera, era convertirla en todo una señorita. Cabe destacar que ella nunca lo quiso, pero tampoco se quejó en ningún momento. Nunca se quejaba, guardaba sus sentimientos en lo mas hondo, reprimía sus lágrimas y sonreía para cuando había que hacerlo, quisiera o no. Así es como la educaron. Pues, nunca dijo dirá lo que piensa, solo dirá aquello que el resto desea que diga sin una sola queja. Pusieron la mesa y comieron. Solo, solo cuando estaba con su tío, solo cuando se encontraba en esa ciudad lejos de sus padres y cuando en el campo se escondía con sus amigas, solo entonces sonreía de verdad y era lo suficientemente libre para decir:
- Tío, creo que te pasaste con la sal.- O lo que ella en ese momento quisiera dejar en el aire.
- Hahahahahaha, valla. Creo que tendrás que enseñarme a cocinar.- Rió amigablemente su Julius.
- Creo que lo salaría mas.- Dijo alegre. Y ambos estallaron en carcajadas. Aquella no era de las carcajadas que se suelen soltar como ahora, eran carcajadas de alegría, que dejaban salir de sus bocas para mostrar cuan felices estaban los dos de verse, para mostrar que aún quedaba alegría después de tantos años lejos, que aún era "SU sobrina preferida" y "SU tío preferido" Durmió mejor que nunca, no recordaba que feliz le hacía encontrarse allí, casi hasta el punto de olvidar lo pasado y centrarse mas en el presente. Antes de viajar al mundo de los sueños, se preguntó si ellos habrían cambiado o solo su estatura lo había echo, aún conservaba los buenos pocos momentos en los que había estado allí, casi al punto de ser los mejores... pero nunca substituirían a su verdadero hogar, o eso creyó.

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