Volvamos unas semana antes...
Todo en la fiesta se calmó después del terremoto. Empezaron a recoger y a limpiarlo todo. Y así paso el tiempo, un poco aburrido. Lograron poner todo, considerablemente, bien. Mas tarde todos se fueron a sus respectivas casas y descansaron. Al día siguiente, y el siguiente, mas tarde otro día mas y por ultimo el día siguiente a ese, no ocurrió nada. Lo curioso es que los dos días restantes de la semana tampoco pasó nada.
Volvamos a la normalidad...
Mauricio y Ricardo eran de lo mas simpáticos y graciosos. Las invitaron a su casa. Eran muy humildes, como la mayoría de personas de ese pueblo. Tenían cinco hermanas y todos trabajaban muy unidos para mantener a la familia, pero aún así eran muy felices. Las recibieron bien en la casa y todos hablaron: les contaron que desde hacía un año en el pueblo acechaba una bruja que siempre mandaba a sus monstruos para atormentar a ese pobre pueblo y ninguno de ellos sabía por que, también que en ese lugar había que trabajar en cultivar y había que hacerlo muy duro, ya que eran tierras muy cálidas, tal vez demasiado.
Así pues después de unas pocas horas, Gomu y Mery decidieron que era mejor marcharse.
- ¿No os gustaría venir a la Amam?
- No.- Respondió Mauricio, ambas parecieron sorprendidas por la respuesta.
- Si nos vamos... ¿Quién cuidaría de este pueblo?- Mery esbozó una sonrrisa.
- Comprendo.
- Pero volveremos.- Afirmó Gomu. Y ambas se despidieron. Al salir, Mery dijo:
- ¿De verdad crees volveremos?
- ¡Por supuesto! Mauricio y Ricardo son nuestros amigos.
- Claro.- Y partieron, dejando esa promesa en aquel pueblo, con la decisión de cumplirla.
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