miércoles, 22 de agosto de 2012

Soul Eater ¡¡Go Go!! ¡¡Ultra New!! cap. 3

Después del viaje pararon en una edificio de la ciudad y le indicaron que bajase. Le dieron sus dos únicas maletas y le dijeron:
- Ya sabes que tenemos que hacerlo. Que lo negocios no van bien. Así que diviértete con tu tío Julius.
- Te queremos.- Y el coche se fue. Eso era lo que siempre decían "te queremos" tiraban su peluche preferido "Tranquila, sabes que, te queremos" No le abrían la puerta a una pobre viejecita "Eso se lo merece. Pero recuerda que nosotros dos te queremos y nunca dejes que alguien así entre" Nunca cumplían la promesa de llevarla de picnic "Será otra vez, te queremos" Y eso era las pocas veces que se hablaban, y ella siempre tuvo la duda que la quisiesen de verdad, como en los cuentos que leía todas las noches. Abrió la puerta y una campanilla sonó.
- Ahora voy.- Dijo una voz al fondo. Y en medio minuto, apareció un rostro sonriente y unas gafas redondas redondas.- Mery, que sorpresa mas agradable.- Esta le abraza y se pone a llorar.- Tranquila, tranquila. Cuéntame todo lo que ha pasado.
- Tío Julius... Mamá y Papá me dejan contigo. Dicen que los negocios no van bien y que se tienen que ir.
- No llores, todo aquí irá bien ¿recuerdas cuándo venías, de pequeña?
- Si...
- Pues no ha cambiado nada. Solo que tus todos han crecido, menos yo, que estoy un poco mas viejo. Todo va a estar bien ¿de acuerdo?
- Si.- Dijo esta vez sonriendo.
- Vamos a subir estas maletas donde está la casa la habitación.- Subieron las escaleras dejando el fino perfume que el piso de abajo. la verdad quería mas a su tío que a sus padres, siempre estaba ahí y era muy majo y la apoyaba. Sombre todo le gustaba su florería. A veces venía con su tío, a ella, y a veces iba a la ciudad por que sus padres tenían que hablar con el Shinigami, y ella se quedaba jugando con su hijo y su sobrina. Era por todo eso lo único que la animaba, a parte de que Ana le había prometido enviarle una carta un día mas tarde. la habitación estaba igual, solo que un poco mas pequeña de como la recordaba. Julius dejó las maletas y bajó a ocuparse de la tienda. Ella sacó todo y lo puso en el armario, excepto por un sombre. Repuso en él y en lo que ponía en letra grande y bien cuidada "Para Julius" Bajó y se lo entregó, este la la leyó, y después levantó la mirada hacia y le dijo:
- ¿Quieres ir a la Amam?

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